Muchos somos amantes de Disneyland París, pero no conocemos como fueron sus comienzos.
En 1990 Michael Eisner propuso un ambicioso proyecto a 10 años vista, al que llamó La Década Disney, este proyecto incluía tenía como idea principal la construcción de otro Magic Kingdom en otro continente. Este nuevo parque estaría situado a las afueras de París y se llamaría Euro Disneyland.
Michael ordenó crear el parque temático más bonito del mundo. Se le pidió a los imagineers que superasen la exquisita minuciosidad de los artistas Disney originales.
A pesar de los empeños de Disney de llevar la magia a Francia, los comienzos no fueron los mejores. Cuando la empresa se estrenó en la bolsa de París, un grupo de radicales franceses lanzaron huevos y harina a Michael Eisner al grito de: "Michael vete a tu casa", en señal de que querían que se respetase la cultura francesa y que no necesitaban que llegase a Francia una empresa tan grande estadounidense como era la Walt Disney Company.
Aunque la llegada a Francia ya hemos visto que no fue la mejor, pusieron todo su empeño en contentar a los franceses y europeos.
Lo primero era pensar en el castillo, pero ¿cómo creas un castillo impresionante en el país de los castillos impresionantes? La solución fue hacer un castillo fantasioso basado en las ilustraciones de Eyvind Earle, con árboles cuadrados, laderas esculpidas y con la fantasía llevada al extremo.
Una de las cosas que se hicieron para que el castillo se viese mucho más alto fue oscurecer los colores de la base y, a medida que subes, ir aclarándolos.
La creación del castillo supuso mucho trabajo, para la decoración acudieron a artesanos europeos, que fueron los encargados de crear tapices tejidos a mano. Para las vidrieras se acudió a Paul Chapman, creador del diseño solemne de las vidrieras restauradas de la Catedral de Notre Dame de París, se le pidió que las del castillo de Disney contaran la historia de La Bella Durmiente.
Por todo Fantasyland, los imageneers hicieron resaltar artes perdidas y elementos míticos. Añadieron tejas vitrificadas a los tejados, veletas de cobre hechas a mano, un tallo gigante de judías y un tiovivo medieval.
Las farolas de esta área están hechas de vidrios de colores, los árboles tienen formas extravagantes y exóticas, para dar la sensación de que estamos en otro mundo, en un mundo extraordinario de sueños.
Si algo tenía claro la Walt Disney Company era que los franceses y europeos amaban el Oeste Americano, así que era muy importante, así que no dudaron en traer Frontierland a París y que esa zona girase al rededor de la atracción más espectacular que poseían, la Big Thunder Mountain. Esta atracción se colocó en el centro del área, dando la sensación de que la atracción estaba en una isla.
Antes de la creación, los imagineers estudiaron la cinética de la versión original de la atracción de los años 70.
Tony Baxter se inspiró en los primeros bocetos de Marc Davis de la Western River Expedition, que jamás llegó a construirse. Reprodujo los paisajes del Cañón de Bryce en Utah, Estados Unidos, para crear una hectárea de roca extremadamente erosionada.
Lo complicado de esta atracción fue coger una montaña rusa con todas sus horquillas y formas inusuales y colocarle una roca alrededor para que la gente la vea y crea que es real.
El equipo llegó a realizar nueve maquetas para intentar integrar la montaña y el trazado de los railes.
Los escultores de la atracción tallaron, cincelaron y cepillaron la superficie para dejar una frontera fosilizada.
Los elevados picos de la Big Thunder Mountain llamaban la atención de los visitantes que llegaban al Frontierland más grande jamás creado en los parques Disney.
En el otro extremo del parque, los imagineers crearon una zona cuya idea principal era que se desactualizase continuamente. Discoveryland se convirtió en una colección de los diferentes futuros imaginados atravesó de la historia. Esta versión del mañana ofrecía versión atemporal que animaba a la exploración.
La curvatura que presenta la zona se concibió para crear la sensación de descubrimiento y hacer que te alejes del resto del parque.
La plaza se abre ante el auténtico símbolo de Discoveryland, la atracción Orbitrón, considerada por los imagineers una obra de arte, su aspecto recuerda al de la maqueta planetaria de Leonardo da Vinci.
Aunque la principal atracción de riesgo de esta zona no se abrió hasta unos años después de la inauguración del parque, los primeros planos de Discoveryland incluyeron siempre una versión de Space Mountain.
En Space Mountain se presentó la oportunidad de usar la historia de Julio Verne De la Tierra a la Luna. En esta historia aparece un cañón inmenso que disparaba un tren de la tierra a la luna, con lo cual se recreó la escena para que esta fuese la primera temática que tuvo Space Mountain.
Se creó una catapulta de lanzamiento y la montaña rusa también disponía del primer sistema de sonido a bordo que reproducía una sincronización individual para cada visitante y también incluía tres inversiones en la oscuridad.
Cada aspecto de la atracción original se había mejorado para la versión parisina y representaba el nuevo patrón a seguir en las futuras versiones de la atracción
Con todos estos elementos y algunos más, el 12 de abril de 1992 Euro Disneyland dio la bienvenida a todos los que quisieron estar allí presentes.
Sin duda los imagineers habían creado el parque más bonito de todos. Euro Disneyland se había convertido en el parque de la segunda generación de imagineers, del cual podían estar muy orgullosos.
Tras varios años Michael Eisner consiguió su objetivo, lleno de confianza, contaba con que el público francés se enamorase del más precioso de los Magic Kingdoms.
Todos los asistentes a la fiesta nocturna de inauguración quedaron impresionados por la Main Street Electrical Parade. Todas las luces de Main Street se apagaron y las únicas luces que iluminaban eran las del desfile que destellaban acompañadas de la música clásica que todos conocían en Europa a todo volumen.
Antes del acuerdo entre el gobierno francés y Disney, muchos europeos temían la amenaza del imperialismo cultural y se sentían ofendidos ante la actitud despótica de los jefazos de Disney.
Tras la inauguración del parque, muchos críticos franceses lo describieron como un Chernóbil cultural, un monstruo de plástico y cartón, sumado a un folclore ridículo.
Después de la gran inauguración, Francia sufrió una crisis económica y esto combinado con la mala prensa, trajo como resultado una afluencia al parque mucho menor de la esperada, la ocupación hotelera era del 60%.
Dos años después de la apertura, Euro Disneyland se encontraba al borde de la bancarrota. Una complicada reestructuración de la deuda salvó al parque temporalmente y, con él, también la reputación de Eisner.
Los imagineers le cambiaron el nombre de "Euro", que implicaba comercio, por el de "París", que evocaba romanticismo y magia. Este cambio simbolizó un renacimiento, pero las dificultades financieras dieron una lección de humildad a los directores.
Este fue el nacimiento de Disneyland París y del Disneyland Park, ya que los Studios llegaron años después. Los comienzos no fueron fáciles, pero lo que construyeron en París hoy en día es de las principales atracciones turísticas de Europa.
Todas las imágenes son de Google
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