Blancanieves no es la heroína que recordamos, sino el reflejo de un machismo que Disney elevó a cuento de hadas.
Clásico número 1
Lanzada en 1937, Blancanieves y los Siete Enanitos es una obra clave en la historia del cine de animación, siendo el primer largometraje animado producido por Walt Disney. Basada en el famoso cuento de los hermanos Grimm, publicado originalmente en 1812, esta película marcó un antes y un después en la industria, demostrando que los dibujos animados podían contar historias largas con gran éxito comercial. La idea de adaptar este clásico cuento europeo a la pantalla grande fue del propio Walt Disney, quien apostó su reputación y recursos en un proyecto que, aunque visionario para la época, no está exento de elementos que hoy resultan problemáticos.
Como recordaba, esta película no me gusta en absoluto. Desde mi perspectiva, Blancanieves como personaje resulta completamente simple y aburrida. Carece de profundidad emocional o narrativa, lo que la convierte en una figura casi decorativa dentro de su propia historia. En contraste, la auténtica estrella es la Reina Malvada, un personaje lleno de carisma, con motivaciones claras y una presencia que domina la pantalla. La bruja no solo impulsa la trama con sus acciones, sino que aporta el conflicto necesario para que la historia avance, lo que evidencia que, sin ella, la película sería irrelevante.
Los enanitos, aunque cumplen un papel simpático y aportan cierto dinamismo, apenas logran salvar una narrativa que, de otro modo, sería lenta y repetitiva. Su humor y las interacciones entre ellos funcionan como pequeños destellos de entretenimiento en una trama que, por lo demás, carece de verdadero interés.
En conclusión, aunque Blancanieves y los Siete Enanitos marcó un hito en la historia del cine y sentó las bases del imperio de Walt Disney, su narrativa y mensaje han envejecido mal. Si bien su legado histórico es indiscutible, como obra cinematográfica deja mucho que desear en términos de profundidad y relevancia contemporánea.
Puntuación: 5,38/10
(Puntuación basada en: argumentación, personajes, banda sonora y animación).
Por supuesto, esta es solo mi opinión personal, y entiendo que para muchas personas esta película pueda tener un valor especial, ya sea por nostalgia o por su importancia histórica. Estaré encantada de leer otras perspectivas y debatir sobre ellas en mis redes sociales. ¡Siempre es interesante ver cómo una misma obra puede generar opiniones tan variadas!
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